viernes, 25 de septiembre de 2009

Camino hacia una nueva Reforma Universitaria


Hasta principios de 1918, las Universidades en la Argentina se regían por una ley dictada en 1884, la 1420, que impuso la democratización en la educación. En aquel entonces el país contaba con tres universidades nacionales (Córdoba, Buenos Aires y La Plata) y dos provinciales (Tucumán y Santa Fe), las cuales obedecían los dictados de dicha ley, un tanto arcaica y retrógrada, si se tienen en cuenta los cambios producidos en la sociedad.

Era inminente entonces, la necesidad de una transformación en la educación académica. A su vez, hubo tres acontecimientos que, en cierta medida, condicionaron el ambiente, en el que posteriormente, se desarrollaría la Reforma Universitaria: el primero fue la Primera Guerra Mundial que llevó a la caída de los regímenes absolutistas; el segundo hecho fue la Revolución Rusa de 1917; y el último, pero no menos importante, ascenso del gobierno radical, elegido en 1916 por el sistema de la Ley Sáenz Peña (de sufragio universal, secreto y obligatorio) que llevó al poder a Hipólito Yrigoyen. Sumado a esto, el constante avance tecnológico que brindaba asombrosos cambios en las comunicaciones y la permanente presencia de la Iglesia en las decisiones, hizo que los ánimos de los estudiantes se caldearan, porque además de lo mencionado más arriba, les llegó una ordenanza que establecía nuevas condiciones de asistencia a clase y la supresión del internado en el Hospital de Clínicas de Córdoba. Todo esto fue un combo que hizo que los estudiantes mostraran un gran descontento y comenzaran a realizar huelgas, manifestaciones y petitorios a Yrigoyen con el fin de intervenir la Universidad de Córdoba (lugar donde comenzó el movimiento reformista). Lo lograron, ya que el presidente de la Nación nombró al interventor José Nicolás Matienzo y comprobó las irregularidades, por lo que declara vacantes los puestos de rector y decanos. A pesar de la Ley de voto vigente, los estudiantes quedaron excluidos de la elección, y finalmente, Antonio Nores, el candidato impuesto por la Universidad es quien logra la mayoría absoluta sin proclamarse ganador.

Al fin, el sueño reformista y revolucionario de los estudiantes comenzaba a ver la luz, dejando atrás un sistema universitario de corte feudal. A partir esta reforma (que se expandió rápidamente por las demás universidades) se lograron muchas cosas: la docencia libre, las cátedras paralelas, los concursos públicos, la periodicidad de la cátedra y la extensión universitaria. Al mismo tiempo, las universidades dejaron de ser sólo para una elite y se democratizaron.

Pero, muy lejos quedaron, el grito del ’18, el Manifiesto Liminar, el espíritu reformista, los cambios sociales, el proceso de reforma. Ya es tiempo de un nuevo cambio, se necesita de nuevos estudiantes con ganas de gritar nuevamente y más fuerte: “Contamos con una vergüenza menos y una libertad más”, porque ya no se puede tolerar la inequidad y desigualdad en la producción de conocimientos, porque ya a 91 años de ese gran paso, se necesita dar otro, para no dar marcha atrás y así seguir avanzando, y demostrar que los estudiantes están intentando hacer el presente para un mejor futuro con la ciencia arraigada en la educación y con la construcción de un ciudadano pensante ante la nueva realidad que nos toca vivir.

http://es.wikipedia.org/wiki/Reforma_universitaria_%28Argentina%29

http://www.unc.edu.ar/reforma/manifiesto

miércoles, 23 de septiembre de 2009

La noticia: ¿un gran negocio?


Hasta no hace mucho tiempo, los lectores de la prensa gráfica, eran sólo eso, simples lectores que buscaban informarse sobre los acontecimientos del día cercanos a su lugar de residencia. A su vez, eso que los lectores pretendían encontrar eran noticias, construcciones de los acontecimientos del día según la importancia, el interés, la cantidad de personas involucradas y la proximidad de los mismos.

En la actualidad, y en total contraste, a lo que alguna vez fue, los lectores ya no son simples lectores sino que se convierten, sin saberlo, en lectores clientes, esto se debe a que los periodistas les venden información, manipulándola como si fuera un producto comercial. Al mismo tiempo, las noticias también cambiaron, desde su formato hasta su forma de redacción, pasando por estilos diversos, intereses distintos.

Todo cambió, todo a nuestro alrededor se transformó con el constante avance de la tecnología, con el boom del proceso de globalización, y como un hecho puntual, la Caída del Muro de Berlín en 1989. Y cuando se habla de que ya nada es lo que era, hay que incluir a los medios de comunicación, y entre ellos, a la prensa gráfica o escrita. Es claro que todos estos cambios influyeron en las transformaciones en las noticias y en el tipo de lector.

Y al hablar de cambios, hay que mencionar el auge de los Multimedios, que abarcan todo el espacio en los medios de comunicación, dejando sin lugar a aquellos medios chicos que carecen de recursos económicos, es decir, sin posibilidades de surgir, de obtener cierta popularidad, de tener mayor alcance. Estos nuevos empresarios de la información monopolizan el sistema comunicativo, lo único que buscan es enriquecer sus bolsillos a toda costa y a cualquier precio, como por ejemplo, con la transgiversación de la realidad o la ficcionalización de las noticias (para que queden más “vendibles” y a su vez, la gente las consuma más). Un ejemplo de la ficción en la noticia, es la nota de tapa del semanario Miradas al Sur del pasado domingo, en la cual puede verse una imagen de la actual dueña del Grupo Clarín, la señora Herrera de Noble brindando con el represor Videla durante la Dictadura militar del ’76, al lado de la fotografía se puede leer el cuestionamiento que se le hace a Clarín por estar de acuerdo con la Ley de Radiodifusión creada durante el proceso militar; y como si todo esto no alcanzara para demostrar la oposición a este multimedio, sobre la imagen y su epígrafe, hay gotas de sangre y un título que lo dice todo: “Papeles manchados”. Esta nota como tantas otras son una muestra de la ficción en la noticia, la cual comenzó en nuestro país de la mano de Rodolfo Walsh con su libro, Operación Masacre, y de ahí en más, se impuso como un nuevo estilo.

Ya sea cambiando la realidad, mostrando sólo lo que interesa mostrar u ocultando lo que no conviene que salga a la luz, o bien, con la ficción en la noticia y la obtención de la mayor cantidad de medios posibles, los nuevos “periodistas” o dueños de la información sólo buscan hacer más rentable su negocio, desesperados por conseguir un lector cliente más y que sus billeteras se sigan abultando, para de esta manera, seguir comprando más y más medios, y al fin conseguir el primer premio : ser el único multimedio. Por eso, hoy mas que nunca, la noticia es un gran negocio.

http://www.elargentino.com/nota-56816-Vinculos-peligrosos-y-papeles-manchados.html


http://www.elortiba.org/masacre.html

sábado, 5 de septiembre de 2009

Una herida que aún no cierra: el Holocausto nazi y la Segunda Guerra


Hoy se cumplen 70 años del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, y paradójicamente hoy también fue el día que la canciller alemana, Angela Merkel eligió para reconocer “el sufrimiento interminable” que su país causó al finalizar el conflicto bélico. A su vez, recordó el destino de los millones de alemanes expulsados de la Europa Central y Oriental. La pregunta es ¿De qué sirve reconocer los horrores de la guerra 70 años después? O mejor dicho, ¿Sirve? ¿Mas vale tarde que nunca? Es difícil responder a estos interrogantes, y mucho más difícil debe ser para los familiares de los judíos exterminados, o a los mismos sobrevivientes del Holocausto. Y no sólo eso, sino también, a los expulsados de su tierra natal.

A aquellas personas, que por tener una ideología política distinta o pensar diferente o simplemente pertenecer a la religión judía, la cual era odiada hasta el punto del antisemitismo por el entonces Furher, Adolf Hitler (Jefe del Partido Obrero Alemán Nacional Socialista- más conocido como Partido Nazi), se las eliminaba del mapa, torturándolas, obligándolas a sufrir en los campos de concentración, donde pasaban hambre y frío, donde estaba totalmente desprotegidas. Pero ojo, la matanza indiscriminada de judíos estaba justificada por los Nazis, ellos argumentaban que dicha religión “ennegrecía”, la raza blanca de los alemanes puros, decían que los judíos eran los culpables de todos los males.

No olvidemos que murieron millones de personas, mujeres, niños, y hombres, los cuales, sino morían en los campos, lo hacían combatiendo. Ya sea de forma activa o pasiva, países y habitantes de todos los continentes se vieron afectados por la Segunda Guerra, una contienda en las que las naciones con siglos de supuesta civilización se enfrentaron en una escala de destrucción sin precedentes.

Hay una diferencia radical entre la Primera Guerra y la Segunda y tiene que ver con el problema de la responsabilidad que se le imputa a Hitler, quien arrastró a Alemania a la aventura de vengarse de los vencedores de la Primera Guerra (recordemos que Alemania quedó como la única culpable de aquella contienda) y del Tratado de Versailles (firmado al finalizar la Primera Guerra, en el cual se obligaba a Alemania a pagar los gastos ocasionados en países como Francia, a bajar su número de soldados, etc). Hitler buscaba mayor poder, quería afirmar la necesidad de la expansión alemana. A su vez, el mayor exterminador de la historia, pretendía exaltar la superioridad de la raza germánica sobre las demás etnias: judíos, esclavos, africanos, y por eso, los mataba, lo cual es una terrible e imperdonable aberración. Un hecho inaceptable en la Declaración de los Derechos Humanos, algo inconcebible desde cualquier punto de vista, matar gente sólo por el hecho de que pertenecen a otra raza o porque se oponen a la ideología nazi, planteada por Hitler, realmente deja mucho que pensar, y lo peor de todo es que Hitler fue un gran propagandista, por lo que consiguió millones de adeptos y seguidores (muchos lo siguen en la actualidad).

El Genocidio, y lo llamo así y no guerra por la cantidad de muertos que dejó como saldo, provocó daños materiales, destrucciones masivas de edificios, de infraestructura, carreteras, y lo que es mucho más importante y grave, más de 60 millones de muertos en total, de los cuales, 5 millones eran judíos. El mundo quedó dividido en dos bloques antagónicos, uno liderado por la nueva potencia mundial, EE.UU. y el otro, por la todavía, U.R.S.S.

Y justamente un día como hoy, en un acto en conmemoración del inicio del conflicto, a Merkel se le ocurre, reconocer el horror y pedir perdón, como si esto sirviera de algo, como si con las disculpas y el reconocimiento se les devuelve la vida a los muertos en el Holocausto y en la Guerra, o se les alivia el dolor a los familiares o sobrevivientes. Ya es tarde para disculparse, ya es demasiado tarde para reconocer o recordar…

http://www.lasegundaguerra.com/
http://www.clarin.com/diario/2009/09/02/elmundo/i-01990428.htm